En el mountain bike hay dos tipos de ciclistas, los que usan un manillar de carbono y los que son fieles a los manillares de aluminio.
Comodidad
El carbono tiene mayor capacidad de amortiguación que el aluminio, absorbe las vibraciones que transmite el camino ayudándote a ahorrar energía al llevar más relajadas las manos. El aluminio incluso el de alta calidad transmite todas las vibraciones a las manos y por consiguiente a los brazos. Pero la marca Spank ofrece su manillar de aluminio Vibrocore, que va relleno de una “espuma” que reduce las vibraciones que transmite este material.
Rigidez
El carbono es mucho más rígido que el aluminio, la gente piensa que es al revés, pero no es así. Es cierto que el carbono tiene cierta flexión, pero esto no afecta a su rigidez y lo que consigue con ella es hacer la conducción más “dulce” y reducir el dolor de manos.
Peso
Aquí de nuevo vuelven a ganar los manillares de carbono, son realmente ligeros, los manillares de aluminio que se acercan al peso de uno de carbono pierden parte de su rigidez, al tener las paredes menos gruesas. También muchos ciclistas son los que prefieren llevar un puñado mas de gramos en el manillar, ya que esto les da mas seguridad y confianza de que este sea mas resistente y no rompa.
Precio
Aquí ganan los manillares de aluminio normalmente son la mitad de baratos que uno de carbono. Un manillar de carbono puede superar tranquilamente los 100 €, mientras en aluminio los podemos encontrar muy por debajo de dicho precio, esta razón suele ser de mucho peso y la que hace que se incline la balanza para comprar uno u otro manillar para la bicicleta.
Durabilidad
La durabilidad del carbono es uno de los mayores misterios a descubrir, tanto aluminio como carbono son muy resistentes a los grandes impactos y puedes hacer cientos de kilómetros con ellos. La diferencia radica que después de un impacto fuerte el manillar de aluminio puede quedar doblado o abollado dando a entender que el manillar está para cambiar, en cambio el manillar de carbono si no se ha partido o deformado no te da ninguna señal visible de sí se han dañado las fibras interiores. Siempre se recomienda cambiarlo si tiene alguna mella exterior o ha recibido un golpe muy fuerte.
Si echáis un vistazo a vuestro alrededor veréis que los senderos están plagados de manillares de carbono, ya que los pros son mayores que los contras, aun así y los manillares de aluminio siguen estando en pie de guerra. ¿Qué manillar os gusta mas? ¿de carbono o de aluminio?.