Tanto los espectadores como los ciclistas del pelotón fueron sorprendidos por una brutal granizada durante la etapa del Dauphine que sembró el caos en pocos minutos.
La etapa ciclista del Dauphiné terminaba en la cumbre del Col de Porte pero antes de que todos los ciclistas estuviesen en meta una repentina tormenta de granizo sorprendió a todos los presentes, la bolas de granizo tenían el tamaño de pelotas de ping pong que golpeaban sin piedad todo lo que se cruzaba en su camino.
Se podía ver a la gente buscar refugio ante los impactos del granizo mientras que los ciclistas como Maxime Chevalier, Jose Been o Tim Declercq recibían brutales impactos del hielo en sus espaldas, brazos y hombros, provocandoles hematomas y heridas, que han documentado con fotos a través de los medios sociales.