Los insertos protectores de llantas o también conocidos como Mousse, son un invento bastante reciente en el mundo del mountain bike y cuya función es salvar a nuestras llantas de los temibles golpes de las rocas.
Mousse protector Octamousse
Tanto si usas ya un mousse en tu bicicleta como si te lo estás pensando, te vamos a contar toda la verdad sobre este “componente” que se ha hecho bastante popular y en las modalidades Gravity ha tenido un gran éxito entre los ciclistas.
Protector rockstop plano, mas información aquí.
Tipos
Hay dos tipos de Mousse los que tienen forma redonda (como un churro de piscina) y los que son planos. Si quieres mucha protección y la posibilidad de “rodar” con la rueda pinchada, los mejores son los redondos, en cambio si quieres algo de protección y ligereza, los mejores son los planos. A tener en cuenta que estos últimos no te permiten “rodar” con la rueda pinchada con tanta facilidad o velocidad, al ocupar estos muy poco volumen dentro de la cubierta.
Estructura
El mousse lo podemos encontrar en dos tipos de estructura, por un lado están los que son totalmente sólidos, muy recomendables para modalidades gravity y por otra parte están los que son huecos por dentro, estos tienen menos densidad y aguantan golpes más pequeños, pero son algo más ligeros que los macizos, por eso gustan tanto a la gente que practica XC.
El pipeline amarillo tiene un densidad mas dura, mas información aquí.
Espumas
Los mousses están disponibles en diferentes densidades, podemos encontrarlos de un durómetro alto, que son más resistentes a los golpes, pero nos dan un tacto de conducción muy duro o podemos optar por los que están compuestos por una espuma de rebote lenta que absorben las vibraciones y hacen más cómoda la conducción. Los últimos en llegar al mercado son los “mixtos” es decir, aquellos cuya superficie es blanda para dar comodidad en la conducción, pero según vamos bajando a su núcleo la espuma es más dura para detener cualquier impacto.
El mousse Slicy totalmente agujereado, mas informaciónaquí.
Formas
Los primeros mousses tenían todos formas de tubo, pero las marcas para solucionar el problema de la obstrucción de la llanta y de dejar fluir el líquido por dentro de la cubierta, han presentado modelos con una ranura central, en forma de diamante y hasta en forma de octágono. Los mousses planos se llegan a presentar incluso llenos de agujeros en un intento de que el líquido pueda fluir libremente por dentro de la rueda. Lo que es totalmente recomendable es usar unas válvulas especiales que meten el aire lateralmente para evitar la obstrucción de estas al aplastarse con el mousse.
Vittoria airline con un canal central para dejar fluir al liquido y no obstruir la válvula, mas información aquí.
Tallas
Los mousses van por tallas, además de elegir el tamaño de tu rueda debes de comprobar el ancho de tu llanta, ya que según este deberás de comprar uno u otro. Debes de tener en cuenta si te gusta que el mousse quede pegado a la cubierta o prefieres que quede una capa de aire entre la cubierta y el mousse, en esto tiene que ver mucho la forma que tenga e incluso la talla.
Absorción de líquidos
Todos los mousses absorben el líquido tubeless unos más y otros menos, algunos fabricantes te muestran pruebas de laboratorio indicando la porosidad de su producto, pero la mejor forma de averiguarlo siempre es probando varios de diferentes marcas y decidirte por uno.
Duración
Los mousses no son para siempre, los golpes que van recibiendo según vamos bajando y el estar sumergidos todo el tiempo en líquido tubeless los van degradando con lo cual tendrás que cambiarlos. Si apuras mucho su duración se te acabará troceando o se te pegará a las paredes de la cubierta, costando mucho luego sacarlo. La duración depende mucho del uso que le des a la bicicleta, es importante abrir la cubierta cada dos o tres meses y observar su estado.
¿Funcionan?
En términos generales podríamos decir que sí que funcionan y que evitaras muchos llantazos o te permitirán avanzar pinchado, pero tienes que tener en cuenta que deberás de seguir controlando las presiones de las cubiertas porque aunque puedas llevarlas un poco más bajas, deberás de adecuarlas a tu velocidad y terreno, porque sin no reventaras igual la llanta, si vas demasiado bajo de presión para tu forma de montar.