El arte de tomar peraltes o curvas a gran velocidad no es más que práctica, práctica y más práctica… Pero antes que nada os vamos a dar unas pautas teóricas para cómo afrontarlos de una manera rápida sencilla.
Preparandose para la curva
- Miramos hacia adelante en la curva tanto como se pueda, aquí decidiremos por donde vamos a entrar a la curva y donde empezar a frenar.
- Juzgaremos nuestra velocidad, para esto nos hace falta práctica, pero hay que saber que a mayor velocidad , mucha más dificultad para girar.
- Aminoramos la marcha mientras vayamos en línea recta, hay que frenar tarde y fuerte para ir deprisa durante más tiempo. Entramos a la curva despacio para poder acelerar al pasar el vértice y salir a máxima velocidad.
Entramos en la curva
- Soltamos frenos, al menos soltaremos el freno delantero. No sirve de nada entrar a la curva y apretar el freno al máximo, porque nos quedaremos parados y perderemos la inercia.
- Pondremos los pies en posición, la posición de los pies dependerá del tipo de curva, si la curva no es muy rápida podremos poner los pies paralelos al suelo, mientras que si la curva vemos que requiere un punto extra de grip por la alta velocidad a la que vamos a curvear, pondremos el pie izquierdo abajo y el derecho arriba en el caso que vayamos a girar hacia la derecha y, por el contrario, si vamos a girar a la izquierda, pondremos el pie derecho abajo y el pie izquierdo arriba. Cuidado con sacar la rodilla al estilo “moto gp”, que no vamos en moto, rodillas siempre perpendiculares a los pies.
- Nos inclinamos en la curva, a mayor velocidad y ángulo más cerrado en la curva, más inclinación deberemos adoptar. La bicicleta debe ir en ángulo hacia dónde quieres dirigirte pero tu cuerpo no debe tener ni el mismo ángulo de la bici ni estar vertical por completo. Si ponés tu cuerpo en el mismo ángulo que la bici las ruedas hacen la fuerza hacia "afuera" y pierdes el grip con el terreno.?Si tu cuerpo se mantiene vertical, según la velocidad con la que vayas, te puedes salir hacia afuera del peralte o la curva. La idea es tumba (acostar) un poco la bici y un poco menos tu cuerpo, de esta forma le mandás peso a las ruedas de forma casi vertical, obligándolas a "pisar" más. En curvas muy cerradas también vas a tener que trabajar con la cintura para acomodar la bici.
- Bajaremos el centro de gravedad, nos agachamos todo lo que podamos, flexionando las rodillas y bajaremos el culo y la cabeza la aproximamos al manillar, para que la rueda delantera no pierda el grip y podamos así, compensar el peso en las dos ruedas.
- Si estamos girando demasiado, puedes usar el freno trasero, incluso derrapar un poco con la rueda trasera. Pero no toques nunca el freno delantero, porque la rueda se bloquea con la consecuente pérdida de grip y a continuación vendrá la caída.
- Presionamos hacia abajo, comprimimos la bicicleta hacia el suelo mientras tomamos la curva. Un consejo sería saltar ligeramente aligerando las cubiertas y después hundir las cubiertas en la curva logrando así la máxima carga y tracción.
Salida de la curva
- Si a continuación viene una recta, espera a que la bicicleta se ponga vertical para empezar a pedalear. Si a continuación hay una curva, ya deberías estar preparándote. Una salida limpia es la parte más importante y depende de todo lo que hayas hecho anteriormente.
Como siempre, todo es cuestión de práctica, al principio tal vez sientas que la bicicleta se te va demasiado hacia abajo y dobla de golpe o todo lo contrario, te falta cerrar más el ángulo y no giras como debieras. También puedes sentir que tu cuerpo se desbalancea y no vas "junto" con la bici… ¡¡Así que a practicar!!
Articulo by Vicent Zaragoza