×

¿Subir en mountain bike ya no mola?

El  mountain bike parece no querer saber nada de los largos ascensos por montaña, básicamente no existen, no se hablan de cuestas en ningún sitio, vemos vídeos donde los riders solo bajan sin saber de qué manera han llegado hasta allí arriba y observamos como se venden ebikes con la premisa:  "sufrir subiendo se va a acabar".  







Cualquier ciclista de montaña novato recién llegado a este deporte tiene en la cabeza la idea de que la bicicleta de montaña es un deporte de descenso al estar 24 H bombardeado en las redes sociales por videos de riders descendiendo. Pero va a recibir un sopapo de pura realidad en su primera salida cuando se pegue 1 hora subiendo para disfrutar después del lúdico descenso. 




Ser habilidoso en las subidas, ponerte fuerte, sentir fuego en tus pulmones y escuchar los gritos de tus piernas son parte del mountain bike, si no que se lo pregunten a los corredores de la Enduro World Series que acumulan más de 2000 m de desnivel positivos haciendo los enlaces para llegar a las especiales de bajada. Nadie dijo que hacer mountain bike fuera fácil. 







Las bicicletas eléctricas llegaron hace pocos años y se han hecho muy populares, ya que eliminan el esfuerzo de la subida. (¡maldítas cuestas!) consiguiendo fácilmente la recompensa de la bajada. Subir no mola y es una parte totalmente invisible de este deporte donde las cronoescaladas de ciclismo de montaña populares en los años 90 han desparecido casi por completo ¿te apuntarías ahora a una cronoescalda?. Todo está evolucionando al descenso, incluso las escuálidas bicicletas de XC están embruteciéndose para afrontar circuitos que se confunde en ocasiones con recorridos de enduro de hace 10 años. 



Solo entre los aguerridos ciclistas de montaña de XC se puede escuchar hablar de épicas rutas donde el objetivo es solo acumular metros en positivo, cuestas y más cuestas hasta que el cuerpo aguante durante horas. 




La subida son una parte esencial del mountain bike (o lo era),  afrontarlas, saber regular la fuerza, disfrutar del paisaje mientras se sube, hablar con tus compañeros durante ellas, pararse en una sombra a descansar y conseguir superar esos metros finales son los que te hacen sentir bien, los que te llenan el alma y hacen que disfrutes más de la bajada, esto suena muy bien, pero la pregunta real es: ¿Hasta qué punto no te gusta subir en bicicleta?.