×

Precauciones a tener en cuenta para salir en Mountain Bike después de las lluvias

Después de sucesos de lluvia que duran varios días o semanas, el entorno natural en el cual nos movemos con nuestras bicicletas de montaña puede verse afectado, sobre todo si estas lluvias caen en zonas habitualmente secas y con poca vegetación. 





Erosión/surcos

Si hay algo que erosiona gravemente las sendas, son las lluvias torrenciales, la fuerza de caída del agua provoca un arrastre que acaba creando surcos o roderas que pueden llegar a hacerla intransitable para una bicicleta. Lo peor de esta erosión natural es que nadie la va a reparar, con lo cual ira empeorando con el tiempo y en los casos más extremos se llegara a perder la senda. 



Árboles caídos

El terreno se empapa muchísimo cuando llueve y llega un momento que su capacidad de absorción desaparece haciéndose muy blando, en zonas de ladera algunos árboles pueden caer, ya que sus raíces no los van a aguantar. Si te encuentras un árbol caído, alerta en la oficina de medio ambiente de tu ayuntamiento la obstrucción de la senda para que se acerquen los operarios, aunque muy posiblemente acaben siendo los propios ciclistas quien solucionen el problema. 



Derrumbamientos

Otro de los procesos erosivos que produce la lluvia son los derrumbamientos o corrimientos de tierra, si la senda bordea alguna ladera es posible que en algún paso se haya derrumbado obstruyendo el paso. Como en el caso anterior, alerta a la oficina de medio ambiente de tu ayuntamiento o junta a varios ciclistas locales para resolver el problema. Si los senderos que utilizamos con nuestra bicicletas no los cuidamos nosotros, nadie lo hará. 



Piedras

La fuerza del agua puede arrancar piedras y arrástralas hacia los caminos, quedando todas en medio atravesadas y convirtiéndose en un peligro para los ciclistas de montaña, baja con precaución y si te encuentras alguna de estas rocas apartarla del camino para evitar que pueda provocar un accidente.