La industria de la bicicleta en EE.UU. vuelve a temblar tras el anuncio del presidente Donald Trump de imponer nuevos aranceles del 10% a todas las importaciones. Esto afectará directamente al precio de las bicicletas de montaña (MTB), ya que la mayoría de las marcas estadounidenses dependen de componentes y producción en el extranjero.

Empresas como Trek, Specialized o Cannondale diseñan en EE.UU., pero fabrican o ensamblan sus bicicletas —y especialmente sus componentes— en países como Vietnam, Taiwán o Camboya, que ahora enfrentan aranceles de hasta el 46%. Esto significa que, a partir del 5 de abril, cualquier producto que entre por la aduana pagará más, y esos costes se trasladarán inevitablemente al consumidor, un analisis que se ha publicado en el medio especializado en la industria del mtb bicycleretailer.
Arnold Kamler, CEO de Kent International, lo resume así: "Es brutal. Los aranceles se cargan automáticamente a nuestras cuentas bancarias, sin margen de maniobra. Afecta nuestro flujo de caja y reduce los presupuestos, sobre todo en áreas como el marketing o la innovación."
A pesar de que aún hay incertidumbre sobre la aplicación exacta de estas tarifas, el temor generalizado es claro: las MTB podrán ser más caras en los próximos meses. Incluso el CEO de Marin Bikes, Matt VanEnkevort, reconoce que si las tarifas se aplican como se anunció, los precios al consumidor aumentarán sustancialmente.
La industria espera una posible reestructuración hacia la fabricación local, pero esto no será inmediato. De hecho, muchos de los materiales necesarios para fabricar en EE.UU. también están sujetos a aranceles, lo que complica aún más el panorama. Vivimos en un mundo global y el individualismo no existe a nivel comercial, no se puede fabricar artículos complejos sin depender de las importaciones de materiales, con lo cual es necesario el mercado libre entre países, algo que ha sido herido de muerte por esta guerra comercial.