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El Red Bull Rampage mato al freeride: La indignación de Brendan Fairclough con los jueces.

El Red Bull Rampage, conocido por ser uno de los eventos más emblemáticos del MTB, ha experimentado cambios significativos en su enfoque a lo largo de los años, lo que puede ser la causa de la polémica que surge cada año con las puntuaciones de los jueces.






Originalmente, la competición se centraba en el freeride puro, donde la creatividad de las líneas y la valentía de los ciclistas eran los criterios más valorados por los jueces. Sin embargo, en las últimas ediciones ha surgido un debate sobre si el Rampage ha perdido su esencia y se ha desviado hacia un enfoque más parecido al slopestyle, priorizando la realización de trucos complejos en lugar de la audacia y originalidad de las líneas. Esto es problemático para un evento de freeride, ya que los jueces puntúan más alto los trucos que las líneas arriesgadas.


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Brendan Fairclough se ha convertido en el centro de atención tras expresar su descontento con la puntuación que recibió después de su impresionante bajada. Brendan eligió posiblemente la línea más original de toda la competición, subiendo incluso a una enorme roca de un salto, siendo el único que lo hizo. Luego se lanzó por un barranco muy expuesto y vertical, saliendo de él con un salto terminado en manual. Su línea respiraba puro riesgo y freeride, pero al no incluir trucos, los jueces lo penalizaron. Fairclough solo obtuvo 76 puntos, lo que lo dejó en un decepcionante 11º lugar. Esta puntuación, que él considera injusta, lo llevó a decidir no realizar una segunda bajada, argumentando que no vale la pena arriesgarse por unos pocos puntos más al intentar un truco en uno de los últimos saltos.



La roca que sólo hizo Brendan.  Bartek Wolinski / Red Bull Content Pool

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“Hice lo que creí que era genial, así que no haré una segunda bajada”, afirmó Brendan, reflejando su opinión sobre la desconexión entre lo que los jueces valoran y lo que realmente representa el espíritu del freeride.


El ganador de este año fue Brandon Semenuk, quien se coronó campeón por quinta vez. Si nos fijamos en su bajada, es una sucesión de trucos al estilo slopestyle, bien ejecutados y con gran amplitud de movimientos. Pero, seamos sinceros, eso no es freeride. Aquí se está valorando el freeride, no los trucos aéreos. Por eso, el Rampage debe cambiar su dirección y volver a sus orígenes: a las trialeras, a los pasos verticales, a las líneas creativas y a la valentía de los riders, que fue lo que lo llevó a la fama.A medida que el evento continúa evolucionando, el debate sobre su esencia y la forma en que se valoran las actuaciones de los ciclistas sigue en pie.