¡Sobre ruedas y sin cables! Así es como el mundo del mountain bike está abrazando el futuro de la tecnología en sus bicicletas. Sram ha decidido llevar la experiencia de montar en bicicleta a otro nivel al eliminar los cables de la transmisión, y ahora ha patentado una transmisión que elimina las palancas de cambio. Su propuesta más novedosa es el cambio por voz o táctil.
Imagina un escenario donde el ciclista, con un estilo futurista, lleva un maillot o un casco con un micrófono integrado. Con solo unas palabras, puede indicar la orden de subir o bajar el piñón, y el cambio trasero actuará como si leyera su mente. Suena como ciencia ficción, ¿verdad? Pero esto es el futuro al que apuntan las tendencias actuales: bicicletas con líneas limpias y cada vez menos piezas, lo que promete una experiencia de ciclismo más pura.
Otra opción que Sram está considerando es permitir a los ciclistas cambiar de marchas mediante movimientos de los dedos. Sin embargo, para lograrlo, se requerirían guantes con sensores específicos que se comuniquen con el desviador trasero para recibir las órdenes.
Cube Stereo One77 Race 29
Cambiar las marchas de la bicicleta con la mente
Pero aquí no acaba la innovación, ya que incluso ha habido intentos de cambiar de marchas en la bicicleta utilizando la mente. Increíblemente, en 2011, surgió un proyecto conjunto entre la marca de teléfonos Iponey y Toyota Prius, que resultó en la creación de la bicicleta Prius Xparlee Concept Bike. Esta maravilla tecnológica estaba equipada con neurosensores colocados en el ciclista, que capturaban la actividad cerebral asociada al cambio de platos de manera "manual". Estas órdenes cerebrales eran procesadas mediante un complejo algoritmo y transmitidas inalámbricamente a un iPhone. El teléfono, entonces, aplicaba los cambios automáticamente, dejando a todos boquiabiertos con tan sorprendente hazaña.
Sin duda, estas innovaciones revolucionarán el mundo del ciclismo de montaña. Imagina desafiar senderos mientras interactúas con tu bicicleta de una forma más natural y fluida, sin perder el ritmo ni despegar las manos del manillar. El futuro promete emocionantes avances y, quién sabe, tal vez en poco tiempo, podamos ver a ciclistas cambiando de marchas solo con el poder de su pensamiento. ¡Espectacular, sin duda alguna!