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El Desafío de bajar los precios de las bicicletas

El precio de las bicicletas ha sido un tema que ha oscilado entre la extravagancia y la ilusión de que alguna vez bajarían. Los queridos consumidores, fieles amantes de la bicicleta, nos encontramos atrapados en este ciclón de precios absurdos que ahora vemos que se resisten en bajar, pero son golpeados por fuertes descuentos para quitarse el sobrestock.





Imaginemos al neófito, al inexperto apasionado por el ciclismo, ingresando emocionado a una tienda de bicis. Sin embargo, sus sueños se desvanecen como humo al ver los desorbitados e inflados precios de las bicicletas de gama baja y media. Los pelos de punta no son solo una expresión, son la reacción genuina ante la incredulidad que genera el desequilibrio entre el valor real de una bicicleta y el precio que se nos presenta. 





La culpa de estos precios se ha disfrazado de inflación, de estancamiento salarial y de pandemia Pero no podemos permitirnos esconder la cabeza en la arena, la verdad es que la codicia de muchas marcas ha jugado un papel relevante en este panorama, ya que hemos vuelto a la "normalidad" pero los precios siguen flotando en su burbuja al alza . Se ha desvirtuado el verdadero propósito del ciclismo, dejando atrás la pasión por el pedaleo, priorizando las ganancias exorbitantes.

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El mercado de las bicicletas ha perdido su norte, y es tiempo de un análisis serio y responsable que reoriente su rumbo. Necesitamos una revalorización de lo que realmente significa el ciclismo: una forma de transporte sostenible, un estilo de vida saludable, un gran deporte y una conexión con la naturaleza. Solo así podremos liberarnos de esta miseria inducida por la avaricia aprovenchando una conyuntura y recuperar el esplendor de la bicicleta . Hay que enterrar en el olvido a esos ciclistas que se miden para ver quien de ellos lleva el "outfit" más caro incluida su bicicleta,alimentando así a que las marcas sigan lanzando productos para abastecer los egos de estas personas e inflando artificialmente la burbuja. Hasta entonces, los consumidores seguiremos a la espera, ansiosos por pedalear hacia un futuro más justo y equitativo para el mundo ciclista.