Pintar con vinilo líquido una bicicleta es una manera fácil y rápida de cambiarle el color, además cuando nos cansemos del color podremos quitarlo tirando cómo si fuese una pegatina.
El vinilo liquidó es como una pegatina, pero en estado líquido y al pulverizarla sobre la superficie que queremos pintar se queda sólido, es muy resistente a los arañazos, altas temperaturas y a los golpes de las piedras. Para aplicarlo es necesario primero limpiar muy bien la zona donde lo vayamos a aplicar y aplicarlo en capas finas, dejando secar entre 15 y 30 minutos entre capa y capa, los colores fluor necesitan primero una capa negra para que se vean bien. La ventaja que tiene es que el vinilo líquido se puede retirar fácilmente como si fuese una pegatina.
El vinilo liquidó es la forma más económica de pintar una bicicleta, pero a la hora de aplicarlo hay que hacerlo con movimientos rápidos y a cierta distancia para evitar que queden "chorretones" en el cuadro. Existe una amplia gama de colores en vinilo líquido, siendo Full Dip una de las marcas más famosas y reconocidas del sector. Con un bote nos da de suficiente para pintar una horquilla de suspensión o un casco de bicicleta, en cambio, si queremos pintar un cuadro completo es mejor hacerse con al menos 2 o 3 botes, ya que necesitaremos aplicar varias capas para conseguir un buen resultado.