El auge del mountain bike en la última década ha generado la llegada de ciclistas que no respetan las normas, adoptan actitudes poco éticas y carecen de conocimiento sobre el comportamiento adecuado en entornos naturales. Muchos de ellos se han adentrado en este mundo por mera casualidad y siguiendo una moda pasajera.

¿Acaso no han notado cómo cada vez hay más personas incívicas encima de una mountain bike? Recientemente, el ciclista Josema Fuente ha compartido un video en sus redes sociales donde describe una situación que quizás algunos han presenciado en la montaña: un enfrentamiento con un grupo de ciclistas de montaña debido a la falta de respeto por las normas éticas de convivencia en los senderos, donde circulan a velocidades de competición sin considerar que estos espacios están abiertos a otros usuarios, como los peatones.

La realidad es que cada vez hay más ciclistas que se comportan de manera irresponsable, creyendo erróneamente que la montaña es su parque de recreo y que pueden actuar a su antojo. Sin embargo, esta problemática va más allá de una simple cuestión de convivencia, ya que muchos de ellos se aventuran por cauces de arroyos, pedreras, campos cultivados o zonas campo atraves, creando nuevas rutas de descenso o alterando las curvas existentes para atajar, acciones que claramente están prohibidas.

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Al final, corremos el riesgo de que nos prohíban el acceso a la montaña debido a unos pocos individuos que no entienden la importancia de respetar el entorno, las normas y a los demás usuarios. La masificación de las montañas traerá consigo la implementación de regulaciones más estrictas y es crucial que actuemos de manera correcta para evitar que los ciclistas de montaña tengamos restricciones en el uso de estos espacios.