Hay personas excepcionales capaces de superar el miedo a lo desconocido. Es el caso de Tomi Misser, cuyo retos ciclistas demuestran que desafiar los límites es el estímulo necesario para alcanzar el éxito. Recientemente, afrontaba su reto más ambicioso del año: conquistar el Kilimanjaro con su Orbea Occam. Aguardaba una aventura salvaje a 6.000 metros por un territorio indómito y abrumador al mismo tiempo. Un lugar demasiado hostil para un hombre en bicicleta. Fue necesario adaptarse a la altura, al clima y a la incertidumbre. Pero nada pudo frenarle. Tomi alcanzó la cima de África. Fue el momento cumbre de una aventura inolvidable en los confines de Tanzania. Un sueño convertido en realidad.