En el “Top of Mind” de los ciclistas de montaña está arraigado que enfrentarnos a un descenso con nuestras mountain bikes nos produce felicidad pero un reciente estudio científico dice todo lo contrario.
El estudio dice que somos menos felices una vez terminado el descenso e incluso que estamos más enfadados. Extraña paradoja descubierta por psicólogos que estudiaron a 24 pilotos de DH mientras filmaban sus caras durante el descenso y cuyo trabajo ha sido publicado y puedes ver bajo el nombre: The Thrill of Speedy Descents
Un software específico analizaba las caras de los rides mientras iban bajando y comprobaron que sus rostros muestran disgusto, ira, miedo y sorpresa. La evidencia de disfrutar de la actividad era escasa.
Emociones percibidas durante el descenso
La ira era la emoción más prominente expresada por la cara.
Antes de empezar a bajar, los riders tenían niveles de disgusto más altos que al terminar.
La felicidad desapareció en cuanto empezaron a descender.
La ira aumenta durante la bajada.
Picos de miedo y sorpresa durante el descenso
Los participantes no mostraron ser más felices al terminar que antes.
Según los psicólogos algo interesante está pasando ya que los datos demuestran todo lo contrario de lo que los corredores de DH cuentan al final del descenso, donde dicen que ha sido gratificante,se encuentran bien y les ha hecho más felices. Conclusión no hay ninguna relación entre las emociones expresadas por la cara a las emociones post-actividad .