La mayor revolución que sufrió el mountain bike a inicios de los años 90 fueron las horquillas de suspensión, durante esa carrera para hacer las bicicletas más cómodas y seguras aparecieron unas horquillas y amortiguadores que funcionaban por medio de elastómeros.
En la actualidad en el mercado tenemos horquillas de aire y muelle/aceite o incluso de una combinación entre ambos, pero durante los años 90 en el mercado había un tercer tipo de suspensiones que funcionaban con elastómeros, que no eran otra cosa que “tacos” de polímeros (goma) de diferentes durezas que servían para absorber las irregularidades del camino y algunas de ellas los combinaban con un muelle para darles más efectividad.
Este tipo de horquillas eran bastante más económicas que las primeras horquillas de aceite y muelle que aparecen en la época, con lo que se consiguió que muchos ciclistas pudieran acceder a ellas. Por otra parte eran muy sencillas de usar, sus regulaciones eran nulas o muy simples y todo se basaba en mezclar elastómeros de diferentes durezas hasta encontrar el tacto que se buscaba.
Su mantenimiento era básicamente nulo, de vez en cuando se sacaban los elastómeros, se limpiaban y se le podía poner un poco de grasa neutra al montarlos. Uno de los problemas que daban es que los elastómeros con el tiempo se endurecen o se rompían anulando sus propiedades, pero al ser tan baratos eran fáciles de sustituir.
Si hubo una marca de bicicletas que llevo al máximo los elastómeros esa fue el fabricante de bicis “Pro Flex” cuyas primeras mountian bikes llevaban como amortiguador trasero un elastómero de color amarillo y en la parte delantera una horquilla por paralelogramos llamado Girvin.
Algunas de las horquillas más famosas que hubo con elastómeros tal vez fue la Manitou 1, seguida por la italiana Paioli y terminando por la marca RockShox que tuvo también en su catálogo la RockShox Judy por elastómeros. ¿Tuviste alguna vez una horquilla de elastómeros?.