Últimamente la maquinaria del marketing de bicicletas eléctricas nos está bombardeando con la similitud del ritmo cardíaco que hay entre ellas y una mountain bike muscular. ¿Es objetiva esta prueba?
Foto: Frey Bike
Todos los que hemos probado una bicicleta eléctrica sabemos la sensación de no esfuerzo que dan nada más pisar el pedal y empezar a subir una cuesta, empezamos a mover las piernas y todo parece más fácil de superar, pero ahora muchos estudios y vídeos mtb vienen a decirnos que nuestro corazón late de forma similar en bicicletas musculares.
El último estudio sobre e-Bikes y ritmo cardíaco hecho por la marca Specialized con una Turbo Levo y una Specialized Jumper FSR que puedes leer AQUÍ, da como resultado que los ciclistas de montaña que iban en la bicicleta muscular marcaron un ritmo cardíaco de 154,8 ppm y los ciclistas que usaron la ebike marcaron con una asistencia limitada a 20 km/h un ritmo cardíaco de 144,9 ppm. De esta manera ambos se encuentran dentro de la misma zona de entrenamiento y ambos hacen el mismo ejercicio.
Pero la realidad es que los que usamos bicicletas eléctricas llegamos menos cansados a casa y podemos hacer más kilómetros sin agotarnos. ¿Dónde está entonces la trampa?. Es fácil de explicar, el poder de una bicicleta eléctrica no está en bajarte las pulsaciones si no en quitarte el esfuerzo que realizas cuando imprimes fuerza al pedal o te enfrentas a desniveles grandes. Un estudio ya reveló que las eléctricas quitan un 24% del esfuerzo y reducen un 35% el tiempo de llegada en rutas con desnivel.
Sabiendo esto ¿Por que no se hacen comparativas con un potenciómetro? ¿por que no se mide el esfuerzo realizado por unos y otros?. El par de potencia de los motores de las e-bikes son su gran potencial ayudando al ciclista a subir,evitando que se agote y que este aplique una excesiva fuerza muscular para superar las pendientes. Esta es la razón por la que nos cansamos menos y por la que somos capaces de llegar mucho más rápido a los puntos altos. El objetivo de una e-bike no es que no ejercitemos nuestro corazón, es minimizar el esfuerzo y el sufrimiento a la hora de afrontar las subidas y eliminar la necesidad de tener una estructura muscular moderada para afrontar desniveles.
La bicicletas eléctricas si ejercitan el corazón ya que movemos las piernas al igual que lo hacemos en una bicicleta de Spining, pero la gran diferencia entre una muscular y un eléctrica es el esfuerzo y el par de potencia que generan los motores, estos generan una potencia constante que un ciclista profesional bien entrenado sólo podría aguantar durante unos minutos. La potencia es la magia de una ebike y la que genera esas sonrisas en los ciclistas que las usan.