El mountain bike no es solo un deporte, es un estilo de vida. Hay algo especial en esos riders que respiran senderos, que viven para la próxima bajada y que pueden reconocer el sonido de un buje de lejos.

Tienes más fotos de tu bici que de tu familia
Cada vez que estrenas un componente o encuentras un spot épico, tu bici se convierte en la protagonista. Mientras otros suben selfies, tú tienes la galería llena de tomas de tu montura desde todos los ángulos posibles.
El coche siempre huele a tierra y sudor
El maletero es un santuario de barro seco, rodilleras olvidadas y una rueda de repuesto "por si acaso". Puede que tu coche no sea el más limpio, pero siempre está listo para la siguiente aventura.
Tus piernas son un mapa de cicatrices
Cada raspón y moretón cuenta una historia. No necesitas tatuajes cuando tus piernas ya están marcadas por cada caída, roca y sendero traicionero.
Hablas en un idioma que pocos entienden
Sag, reach, offset, mullet, dropper... Para un no-biker suenan a términos aleatorios, pero tú podrías dar una conferencia sobre geometría de bicis y presiones de neumáticos.
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Sales “un solo rato” y vuelves de noche
Dijiste que solo ibas a dar una vuelta rápida, pero entre la charla, los senderos y las cervezas post-ride, el día se te ha ido sin darte cuenta.
El peso de tu bici importa menos que el de tu mochila
Herramientas, bomba, cámaras, barritas, agua, un chubasquero… Si pesa más de un kilo pero puede salvarte en mitad de la nada, va en la mochila.
Conoces mejor los senderos que las calles de tu ciudad
Tienes en la cabeza cada curva, cada raíz y cada peralte de tus trails favoritos. En cambio, cuando te preguntan por una calle en el centro, sacas Google Maps.
Tu nómina va directa a la bici
Siempre hay algo que mejorar: horquilla nueva, ruedas más anchas, mejores frenos… mientras tus amigos ahorran para vacaciones, tú inviertes en más upgrades.
Te has caído, pero lo primero que revisas es la bici
Te estrellas contra el suelo, te levantas lleno de polvo y antes de ver si estás bien, revisas si tu bici sigue intacta. Si todo está en su sitio, la caída no cuenta.
Siempre estás planeando la próxima salida
No importa si es un bike park, un sendero épico o la clásica ruta con amigos, siempre estás pensando en cuándo y dónde será el próximo ride. Si te has sentido identificado con varias de estas señales, no hay duda… eres un biker de verdad. Nos vemos en los senderos.