1/ Salir acompañados
Montar de noche es menos seguro ya que podemos tener un percance por la montaña mas fácil a no ver tan bien como de día, un buen consejo es salir siempre con compañía, si no es tu caso no olvides nunca de decir a donde te vas a montar,llevar contigo el móvil y una aplicación que te sería de gran ayuda sería Alpify
2/ No tocar carreteras
Por desgracia las carreteras de noche no son seguras para las bicis, si te puedes desplazar en coche hasta el punto de donde vas a hacer la ruta mejor, en el caso de que no sea posible, no te olvides de aparte de las luces reglamentarias llevar también el chaleco reflectante.
3/ Luces
Equípate con unas buenas luces, desde aquí ya te decimos que los focos que funcionan con pilas iluminan menos que la boca de una agujero negro, recomendamos focos con batería recargable y como mínimo de 200 lúmenes.
4/ Conocer las sendas
De noche las sendas que recorras no se verán iguales que cuando las haces de día y tampoco tendrás la visión periférica que tienes con luz a esto sumarle que las luces suelen dar el efecto de “aplanar” el terreno dando una perspectiva no fiel de por donde vas bajando, por eso es 100% recomendable bajar sendas que ya te conozcas como la palma de tu mano para evitar accidentes.
5/ Abrígate
Llévate siempre ropa para abrigarte una vez llegues arriba y quieras comenzar el descenso, ya que las noches son siempre más frescas, eso sumado a que estas en la montaña donde la temperatura siempre es unos grados más baja que en el casco urbano puede congelar tus ganas de bajar. Incluso en verano si cogemos mucha altura y llegamos muy sudados, se agradece un corta vientos ligero.
6/ Luna y Tiempo
Intenta salir los días donde la luna sea mas grande e ilumine más el camino para tener ese plus de luz. También consulta el tiempo que va a hacer para no coger una noche de lluvia por sorpresa.
7/ Animales/naturaleza
De noche tal vez no te tengas que preocupar de encontrarte con otros usuarios en la senda, pero si que puedes encontrarte alguna animal que son mucho más activos de noche, sumando el riesgo de que se queden paralizados al ser deslumbrados por la luz del foco en medio del camino.