En pocas semanas se acabara el confinamiento y aunque tengamos que mantener medidas de seguridad podremos empezar a salir en bicicleta.
Foto: Fabricio Macedo FGMsp
Nuestra bicicleta se ha convertido en un mueble más de la casa al que hay que quitarle el polvo de vez en cuando, pero en unas semanas volveremos de nuevo a poder pedalear.
Pedalear
Algo tan sencillo como sentir que la bicicleta se desplaza libre en cada golpe de pedal y avanzamos hacia delante y que antes no nos fijábamos, se va a convertir en toda una sensación nueva después del parón, esa sensación de libertad y de llegar a donde queramos con nuestras piernas volverá con mas intensidad.
Abrazar y tocar
Demasiado tiempo sin ver un árbol o un sendero, otra cosa que haremos es abrazar un árbol y tocar con la mano un sendero. Nunca pensamos que los íbamos a echar tanto de menos.
Recordar la Gravedad
¿Aún recordáis la sensación de que la gravedad tire de vuestra bicicleta cuesta abajo?. Cuando llegas al sendero de bajada y simplemente dejas que la gravedad te atraiga y tire de la masa de tu bicicleta. Ella es la responsable de la magia del mountain bike.
El silencio
¿Habéis probado a quedaros sentados alguna vez en un paraje natural en silencio?. Cuando te has adentrado en la naturaleza con tu bicicleta puedes disfrutar de su magia quedándote en silencio y escuchando los minimalistas sonidos que te brinda.
La satisfacción
¿Os acordáis de esa sensación después de hacer un descenso o acabar una ruta?, esa sensación que nos hace sentir tan bien, la sensación de haberlo superado, esa sensación de satisfacción de haber logrado un nuevo reto con nuestra bicicleta. Esa satisfacción de que lo hemos hecho bien y lo celebramos con una cerveza al final del día.