Nadie se esperaba una crisis sanitaria planetaria que pusiese de rodillas al sistema y dejase encerrada a toda la población dentro de sus casas. Esta situación afecta a todo y el ciclismo no se escapara.
Si alguien nos llega a decir hace 6 días de que nos íbamos a quedar sin poder montar en bici durante una larga temporada lo hubiésemos tomado por un loco, pero la realidad vuelve a superar a la ficción y un virus ha doblegado a la todopoderosa humanidad y el ciclismo sera afectado duramente como el resto de sectores.
Los más positivos hablan de 2 meses de confinamiento, mientras que los más agoreros plantean esta situación más de una año, hasta que haya una vacuna efectiva, aunque tranquilos, por que las últimas noticias apuntan a que China ya tiene una vacuna.
El mundo del ciclismo ha sido golpeado muy duramente y la bicicleta de montaña no se libra de la quema. Todas las competiciones de 2020 están siendo aplazadas o anuladas directamente, la UCI a suspendido todo el calendario internacional e incluso las clasificaciones para los Juegos olímpicos y a nadie se les escapa que estos últimos están en serio peligro de ser suspendidos, miles de entrenamientos truncados al no poder salir y ferias de mountain bike como la Sea Otter USA aplazadas donde se iban a presentar novedades del 2021 y poniendo todas las esperanzas en la Sea Otter que se celebra en nuestro país a últimos del mes de Mayo. , siempre que el virus nos deje.
Las novedades de 2020 se acumulan en las tiendas y en las estanterías ya que ahora nadie las necesita, solo la venta de rodillos y productos de mantenimiento se han disparado, ademas la falta de suministros para abastecer a los distribuidores esta apareciendo y obligando a cerrar puertas. Cuando podamos salir, tal vez, lo que menos nos preocupe sea montar en bicicleta o comprar componentes ya que tendremos que recuperarnos económicamente de este periodo de pasividad obligada. ¿Veremos ofertas y una bajada de precios masiva para quitarse el stock 2020 de encima?. Muy posiblemente.
Sin ciclistas en las montañas, ni en las carreteras, con las tiendas de bicicletas cerradas, con una caída de la venta online, con el panorama de competiciones ciclistas canceladas o aplazadas y con la incertidumbre de cuánto tiempo se alargara la lucha contra el coronavirus, el 2020 pasará a la historia como el año ciclista que nunca existió.