En estos momentos se está desatando una Guerra mundial contra el Coronavirus una infección que ha puesto de rodillas a la humanidad.
Las pandemias han pasado durante la historia de la Tierra y seguirán pasando, durante su proceso aniquilan o diezman a una especie de un plumazo como una autorregulación del propio planeta. La desaparición de los ecosistemas, la contaminación extrema, la globalización y un sistema que trata al planeta como un producto, favorece que los virus puedan saltar de una especie a otra y que acaben convirtiéndose en patógenos contra nosotros.
Los gobiernos de los países no saben cómo enfrentarse a este temible enemigo, ninguno tenía un protocolo preparado y esto está haciendo que las medidas se tomen de forma progresiva o desordenada. En esta 1ª Guerra Mundial Sanitaria el batallón de combate de primera línea de defensa somos nosotros la gente, que debemos de disminuir el contagio estando confinados en nuestros hogares, aunque nos sintamos bien podemos ser portadores del virus ya que este puede ser asintomático y no sufrir sus síntomas. Cuanto más nos saltemos el confinamiento, más gente morirá,más tiempo se alargará este encierro y más cerca estaremos de perder la guerra contra la pandemia.
Sin protocolos los países van tomando diferentes decisiones sobre nuestro colectivo los ciclistas, en algunos países nos dejaban salir individualmente aunque luego retrocedieron en la media, en otros lo aconsejan, en otros deciden que deporte sí pero bicicletas no y en España se ha prohibido todo tipo de actividad deportiva y de ocio para atajar al virus. Este lió de medidas se debe al punto comentado anteriormente de la inexistencia de un protocolo y del miedo de los Gobiernos a aplicar medidas radicales sobre la población.
China ha tardado 56 días en controlar la pandemia con un confinamiento extremo, aun así la Asociación de Ciclistas Profesionales pide al Gobierno poder salir a entrenar, ellos son unos 140 ciclistas repartidos por todo el territorio. Mientras que Alberto Contador cree que los ciclistas profesionales deberían de poder salir a entrenar, el equipo profesional del Euskaltel prohíbe salir a entrenar a su equipo independientemente de lo que diga la ACP como ha publicado en un artículo el periódico El Correo resaltando estas frases:
"¡Que importa que un ciclista pierda la forma física si otros lo están perdiendo todo! ,¿Qué imagen damos los ciclistas cuando un padre confinado en casa con sus hijos ve por la ventana que pasa un corredor entrenando?."
Al igual que los ciclistas otros colectivos de deportistas están pidiendo lo mismo, los nadadores, atletismo,triatletas, etc... si dan permiso a los ciclistas se provocaría una cadena dominó. ¿Cuantos deportistas profesionales hay en España? ¿20.000,30.000?. Tenemos que ser conscientes de que estamos en una guerra más de un millón de personas se han quedado sin empleo, todo el sector turístico ha sido cerrado, multinacionales sin actividad, el sistema sanitario saturado, gente muriendo y el ejército en la calle.
"¿Pensáis que la forma física de los ciclistas o salir a pedalear un rato es importante ahora?. ¿Pensáis que ganar una medalla en unos juegos olímpicos es importante en estos tiempos?."
Ahora mismo algunos no son conscientes de que el sistema ha caído y que poco volverá a ser igual que era antes de la Guerra. No estaremos en las calles en 15 días, un estudio matemático publicado por la Cadena Ser indica que con las medidas parciales de confinamiento actuales el pico de la pandemia se dará a mediados de Verano y se debería de reducir la movilidad a cero, es decir que no se pueda salir a trabajar y que la comida sea repartida por las casas por el ejército.
Cuando hayamos frenado la pandemia según el estudio científico del Imperial College publicado por el periódico Publicó, nos indica que deberemos de seguir manteniendo medidas de “distancia social” durante 18 meses hasta que esté preparada una vacuna, si no habría de nuevo un rebrote de la pandemia en Septiembre.
¿Aún piensas que salir en bici es más importante que ganar la guerra?. Somos soldados con la la orden de quedarnos en casa para frenar al enemigo el tiempo que sea necesario. Todo lo demás no importa.