Un giro inesperado eclipsó la Copa del Mundo de Enduro en Italia para Iago Garay, quien repentinamente se vio abrumado por una intensa punzada en la cabeza durante la carrera, dejándolo postrado en el suelo y en manos del equipo médico para su evacuación al hospital.
Foto: Iago Garay en el hospital / Instagram.
En la sala de emergencias de neurociencia del hospital Pietra Ligure, los doctores revelaron un diagnóstico preocupante: un aneurisma cerebral, una protuberancia en los vasos sanguíneos del cerebro que ejerce una peligrosa presión en las delicadas paredes vasculares. De no ser tratado adecuadamente, este riesgo amenazaría la vida del valiente corredor.
“El sábado 3 empecé el día en Pietra Ligure como cualquier otro. Me sentía bastante relajado y preparado para el gran día que me esperaba. Recuerdo que subí a la segunda etapa motivado y de buen humor. Empezó bastante bien y notaba que iba ligeramente más rápido a medida que me acercaba al límite. Estaba disfrutando de esa sensación. Cuando estaba a mitad de camino, de repente empecé a notar que algo no iba bien. Mis oídos empezaron a zumbar y a estallar...
En un momento dado todo se volvió borroso, no podía controlar mucho la moto, pero al final llegué abajo. Lo único que pude hacer fue tumbarme en el suelo y pasar por lo más doloroso que he vivido en mi vida. Tuve la suerte de tener un gran equipo médico cerca y en menos de una hora estaba en la sala de urgencias de neurociencias del hospital de Pietra Ligure, donde descubrieron que tenía un aneurisma en el cerebro.
Me tuvieron que operar dos veces durante el fin de semana y otra hace dos días, pero de momento los médicos están seguros de que saldré al 100% y volveré a hacer vida normal. Debo permanecer otra semana en el hospital bajo estrecha vigilancia para asegurarme de que todo evoluciona correctamente, el ánimo va mejorando poco a poco y tengo muchas ganas de salir pronto a la calle...” Iago Garay