Numerosos ciclistas expresan su descontento al observar que las actuales marchas de MTB han perdido su enfoque lúdico, transformándose en eventos encubiertos de competición, inclusive con la presencia de podios y premios en efectivo.
¿Qué ha sucedido con las actuales marchas de MTB que han perdido su carácter lúdico? En las décadas de los 90 y principios de los 2000, estas eran reuniones ciclistas destinadas a disfrutar de recorridos de nivel medio con otros compañeros, culminando con bocadillos y bebida una vez llegado a meta. Todo esto ha desaparecido, siendo reemplazado por un ambiente más competitivo. ¿Qué ha ocurrido?.
Varios factores han contribuido al declive de las marchas lúdicas, siendo los más destacados los aspectos económicos, burocráticos y, por último, la influencia de las redes sociales, combinada con el marketing agresivo actual de las marcas, que dirigen todo hacia el ámbito competitivo.
Desde el punto de vista económico y burocrático, organizar una marcha resulta "más económico" que una carrera, ya que una marcha no requiere jueces de la federación ciclista al considerarse "no competitiva". Además, desde la perspectiva medioambiental, una marcha se percibe como algo lúdico, lo que facilita la obtención de permisos. Además, la palabra "marcha" atraerá a más participantes que la palabra "carrera", lo que contribuye a una mayor participación en estos eventos.
Pero en el fondo, muchos de los organizadores de estas "marchas" han introducido valores de competición, deformando por completo su carácter lúdico. Nos encontramos con circuitos realmente exigentes que demandan un buen nivel físico para evitar calambres en las piernas. También se han incorporado categorías, clasificaciones e incluso en algunas marchas se otorgan trofeos o premios en metálico. Esto ha llevado a que algunos corredores semi-profesionales o profesionales participen, añadiendo un toque aún más orientado hacia lo profesional a la marcha.
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Por estos motivos, muchos ciclistas ya se refieren a las marchas como "carreras camufladas", y otros han dejado de participar en ellas debido a los desniveles exagerados o la presión de otros competidores que solicitan paso en mitad de una senda para lograr una buena posición en la clasificación de la marcha.
Tal vez, para recuperar su carácter lúdico, sería necesario eliminar categorías, clasificaciones y podios, optando por una salida donde todos se mezclen, como se hacía en antaño en circuitos pensados para la diversión más que la competición. En la meta, solo nos esperaría una buena comilona final y una camiseta de la marcha, sin premios, ni tiempos, ni clasificaciones.